lunes, 22 de diciembre de 2014

VEINTICUATRO: Reportaje de escuela en Durazno

            En el post de hoy compartiremos un reportaje con Raúl Pintos, director de la Escuela N° 805 José Enrique Rodó, del departamento de Durazno. 

         La institución está ubicada en el centro de la ciudad, frente a la Plaza Independencia.  El edificio tiene una larga historia.Inicialmente funcionó como una pulpería  y luego fue casa del escritor Carlos Reyles. En 1828, hace 186 años, comenzó a funcionar como la escuela de niñas de la ciudad, pero con el paso de los años se trasformó en mixta.

           Durante este año el edificio atravesó una reforma total y actualmente se encuentra en el proceso final.  Raúl nos comentó que “estaba muy venida a menos porque requiere un mantenimiento permanente que no se le realizaba. Este edificio no fue construido para ser una escuela sino que era una casona vieja que fue reformándose”. Como “nota de color” Raúl nos contó acerca de un hallazgo que surgió durante el proceso de la reforma: se encontró una frase de Artigas detrás de un pizarrón, la cual nadie nunca había visto. Cliqueando aquí podrás acceder a una nota al respecto.

            Actualmente recibe más de 300 alumnos, según las palabras de Raúl, “tuvo su época de auge, de decaimiento  y ahora está resurgiendo. Supo ser una escuela de elite, recibía a la gente más adinerada de la ciudad. Luego fue deteriorándose y muchos alumnos se trasladaron al colegio de los maristas y las hermanas. La escuela quedo más vacía, vino gente más carenciada y con más problemas, de la periferia de la ciudad. Además, por su ubicación céntrica recibe a muchos niños que no son de la zona, pero acuden aquí porque sus padres trabajan cerca”.

          La escuela funciona en el turno matutino y vespertino, dictándose clases de todos los grados. En sexto año hay una particularidad, se lleva adelante un plan de “áreas integradas”. Un maestro enseña  lengua  y ciencias naturales, mientras que otro matemática y ciencias sociales. Los niños cambian luego del recreo, aunque hay un maestro referente para cada grupo. Raúl comentó que “se trata de una adaptación al liceo”.

          La diferencia  de cantidad de alumnos en los distintos turnos es muy grande: asisten algo más de 100 alumnos de mañana y más de 200 de tarde. Eso provoca que en la tarde las clases sean más numerosas, de 30 alumnos, y que surjan más problemas: “lío tras lío”. Para que quede más claro, Raúl dio el siguiente ejemplo: “aquellos niños que salen a las cinco de la tarde, cuando llegan a su casa encuentran a la mamá mirando la novela, le ponen el broche de oro con Tinelli y acaban durmiéndose a la una de noche. Al otro día se levantan a las once, comen y se vienen para la escuela. Entonces,¿cuándo van a estudiar? En cambio, quienes vienen de mañana luego tienen toda la tarde libre. En invierno no pasarán frío ya que ahora todos los salones tienen aire acondicionado. Lamentablemente hay padres que no se levantan temprano para traerlos, hay de todo”.

       Cuando le preguntamos a Rául sobre la conducta de los alumnos y la respuesta de los hogares nos comentó lo siguiente: “algunos personajes nos tienen en la vuelta todos los días, uno o dos complican todo el partido. Tenemos  problemas con los niños agresivos, a esos niños los tienen que atender un especialista y aquí no hay.  La mayoría de las veces no tenemos respuesta de la casa. Es complicado, cuando hay que tomarse medidas no se toman y los que van al muere son el maestro y el director”. Y agregó: “muchas veces les dan una droga que les baje  la agresividad, el problema es que se les va la mano con la dosis y vienen dormidos. Nos contactamos con el INAU pero no se tomó ninguna medida, eso escapa de nosotros”.

    Cuando le preguntamos sobre el Plan Ceibal, su respuesta coincidió con lo que comentó Rocío Villar, directora de la escuela N° 130 de Montevideo. “El primer año fue pirotecnia pura” fue su reacción instantánea. Raúl hizo referencia a lo difícil que fue que los niños comprendan el valor de las máquinas: “si le das a alguien algo que no sabe cuidarlo, tendrías que prestarlo pero no permitir que se lo lleve a su casa. Si no generás una educación en la gente no funciona.  Es como sucede con las viviendas, hay personas que venden las puertas y ponen cortinas.  Se las llevaron (las ceibalitas) y volvió el 50 porciento”. Según sus pablaras “al gobierno le servía que siguiera y en la oposición quedaba feo decir que no andaba”. A pesar de las dificultades, los problemas se han superado y actualmente les computadoras están incorporadas en el uso diario, principalmente porque vinieron maestros de apoyo para enseñar y ayudar a los docentes y los niños.

      Sobre la relación con las autoridades de la educación, Raúl nos dijo que “hay buena voluntad, pero los que necesitamos están desbordados de trabajo, los equipos disciplinarios no dan a basto.”

        La escuela ofrece servicio de comedor con nutricionista, donde se sirve almuerzo, desayuno y merienda.  También se dictan clases de inglés por videoconferencia. Raúl confesó orgulloso que cuentan con “una sala virtual que es un espectáculo,  fue un gran aporte del Estado”. 

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